Estamos viviendo una situación excepcional en el mundo con la pandemia del coronavirus (COVID-19). Se están tomando medidas a distintos niveles en muchos países, y se apela a la responsabilidad ciudadana en medidas de higiene y contacto social, en muchos casos muy restrictivas. En mi caso, como a todos, me ha afectado de lleno en el día a día, y he tenido que adaptar mi trabajo a esta situación inusual. Te cuento qué estoy haciendo y cómo van a ser los próximos días.
Responsabilidad
Los colegios están cerrados de forma indefinida, por lo que teniendo un niño pequeño, hay que tirar de ingenio para estar en casa muchos días y mantenerlo entretenido. No se debe salir a la calle, no se puede, excepto para casos muy concretos como ir a la farmacia o comprar alimentos. Muchas empresas han tenido que parar su producción, y están fomentando el teletrabajo, ejecutando Expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o, desgraciadamente, despidos. Es una situación muy complicada, y en mi caso, siendo autónomo, lo tuve claro desde el principio: traer todo el equipo a casa e «intentar trabajar» —el bajón de encargos se ha notado de inmediato—.
Rutinas
Lo más importante en estos días para mí ha sido establecer una rutina. Es importante levantarse a la misma hora, estructurar la jornada, e ir repartiendo los espacios. Mi día a día es: ejercicio y ducha, trabajo, jugar con mi hijo, repartir las tareas domésticas, las comidas, tener tiempo con mi pareja hablando o viendo alguna serie o película, leer, aprender algo nuevo, y hablar con familia y amigos. Nada extraordinario, pero la clave está en el refuerzo mental: es normal tener momentos de “bajón”, son muchas horas, muchos días, pero cada hora que pasa es una victoria.
Creo que es fundamental evitar ver continuamente las noticias sobre el coronavirus, o leer las redes sociales: bulos, gente apocalíptica, opiniones politizadas… son una mala combinación. Mi consejo es que te informes, pero una vez al día máximo. Estoy incluso valorando hacerlo día sí, día no. Porque la cuestión es que si nos mantenemos en casa, si tomamos precauciones al ir a comprar, solo cabe esperar, nada más.
Levántate todos los días a la misma hora, haz algo de ejercicio y estructura las actividades del día en bloques
Alimentación
Estando tantos días encerrados, lo que comamos es más importante todavía si cabe. Y estamos mucho tiempo sentados, ya que no nos movemos como lo haríamos si pudiéramos salir a la calle.
¿Qué comer? Pues no voy a decir nada que no sepas. Una dieta equilibrada, mediterránea, comiendo de todo, y reforzándolo con algún probiótico, vitamina C y D, kefir, etc. Sentido común, no soy ningún experto en esto.
Y como tenemos mucho tiempo, es un buen momento (si te gusta, claro) para cocinar platos nuevos y experimentar. Seguro que después de este confinamiento, salimos reforzados sabiendo preparar nuevas comidas.
Trabajo. Herramientas y día a día
No he variado demasiado la forma de trabajar en casa respecto a la oficina. Solo echo de menos, eso sí, la ergonomía… En casa tengo un tablero y cuatro patas, con una silla de comedor con cojines que me va a destrozar la espalda, y una iluminación regular. Pero bueno, esto es provisional.
Para organizarme las tareas de cada día, sigo usando la app TickTick. La tengo estructurada por:
En “Trabajos en marcha”, llevo el estado de cada proyecto al día. Fecha de entrada y entrega, características, datos del cliente, etc. La app permite hacer copias de seguridad en formato CSV, así que una vez a la semana aproximadamente las subo a la nube.
En la sección “A la espera” tengo presupuestos o trabajos que están esperando respuesta, sea para aceptación e inicio del proyecto, sea para confirmar algún cambio de alguno ya en marcha. Como en el apartado anterior, en cada uno de ellos está la información detallada para que no queden dudas de nada.
En “Cobros pendientes” llevo el control de los trabajos terminados que faltan por cobrar. Sin más.
Y por último, en “Otros” tengo mi particular cajón de sastre. Hay de todo. Ideas de proyectos, artículos por leer, enlaces a webs y videos interesantes, trabajos pendientes por subir al portfolio web…
TickTick me parece muy fácil de utilizar, y además de para el trabajo, también la uso como lista de la compra sincronizada con mi pareja: es muy cómoda.
Google Calendar es otra de las herramientas clave. Separada por colores, los eventos quedan bien delimitados: rojo para cosas del niño (recoger o llevarlo al cole, médicos, actividades…), azul para el trabajo (reuniones, recordatorios de llamadas…), amarillo para los horarios de trabajo de mi pareja (en base a ellos, me organizo las semanas), morado para eventos de trabajo (networkings, viajes…), verde para ocio, y gris para avisos de pagos. Todo ello lo tengo en un widget en el escritorio del smartphone, y lo puedo gestionar también desde la tablet y el ordenador principal.
Hojas de cálculo de Google. En ellas llevo exhaustivamente la facturación y los gastos. Sé que hay herramientas muy buenas específicas para esto, pero la verdad que estoy muy cómodo con este sistema. Respaldado todo en la nube y en dos discos duros externos, está todo debidamente almacenado en pdf para enviar al final de cada trimestre a mi gestor.
Google Drive y Dropbox. Dos apps para almacenar archivos de copias en la nube, o para compartir enlaces con archivos para clientes, colaboradores o proveedores.
WeTransfer para enviar archivos pesados a imprentas o clientes. Rápida y sencilla. Con la versión gratuita puedes enviar hasta 2GB.
Telegram y Whatsapp para grupos y comunicación. Aunque prefiero usar el e-mail preferentemente, si algún cliente las usa no pongo pegas. Permite mandar muestras y recibir feedback rápido.
Clockify. Para medir tiempos en los proyectos es una herramienta muy buena. También la utilizo para pulir los presupuestos, ya que por ejemplo si hago un proyecto de branding, al terminarlo tengo información del tiempo invertido en cada fase, y me permite sacar una “media” para ajustar mejor los precios de cara a trabajos futuros.
Slack, Asana o Trello son apps de trabajo colaborativo. Uso unas u otras dependiendo del proyecto y de la gente que esté trabajando en él. Son herramientas interesantes para saber en cada momento qué está haciendo cada miembro del equipo, enviar imágenes o links, o usar el chat directo.
Pararse a pensar en el futuro
La situación que ha generado la crisis sanitaria del coronavirus puede ser una oportunidad, prefiero pensarlo así. Todo este tiempo extra en casa te permite plantear nuevos proyectos que a medio/largo plazo te pueden ser rentables. Te cuento algunos que puedes explorar.
Toda crisis o recesión es una oportunidad. Aprovéchala para aprender cosas nuevas o emprender nuevos proyectos
Para finalizar este post, quiero darte ánimos. Vivas solo, en pareja, con tus padres, con hijos o sin ellos… estar encerrado en casa sin saber por cuánto tiempo se hace difícil. pero lo vamos a superar. Si nos quedamos en casa, y respetamos las medidas que se están lanzando, todo saldrá bien. Intenta entretenerte, estructura tus días por bloques, controla los tonos con los que hablas a los tuyos (estando 24 horas al día juntos, es inevitable que aparezcan tensiones), haz algo de ejercicio diario, no caigas en la sobreinformación y desinformación, e intenta liberar tensión de alguna manera.
¿Y tú? ¿Cómo afrontas el teletrabajo? ¿Cómo llevas el confinamiento? Deja un comentario. Un saludo y ánimo.
Buen artículo.
En tiempos revueltos es cuando más sereno hay que estar a la hora de tomar decisiones.
Muy importante evaluar todas las oportunidades que tienes, y empezar con los recursos de los que dispongas.
Saludos!
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